¿Alguna vez has pensado en cómo las estrategias de marketing pueden ser utilizadas para generar un impacto positivo en la sociedad? El marketing social es precisamente eso: una poderosa herramienta que busca difundir ideas y comportamientos beneficiosos para todos. En este artículo exploraremos el mundo del marketing social para descubrir su potencial transformador.
Qué es el marketing social
El marketing social consiste en el uso de técnicas de mercadotecnia para difundir ideas que beneficien a la sociedad en su conjunto. La intención es que las personas adopten ideas o comportamientos positivos y eviten actitudes perjudiciales. En sentido amplio, las características del marketing social son similares a las del marketing comercial (aunque tienen claras diferencias), debido a que ambos buscan propiciar un cambio de actitud o comportamiento. Asimismo, el marketing social puede ser de gran beneficio para organizaciones de todo tipo considerando su gran utilidad para generar audiencia.
Las características más importantes del marketing social son las siguientes: está basado en una estrategia, persigue un objetivo, busca la mejora de la sociedad, la venta -si bien está considerada importante- no es prioritaria, sirve para diferenciarse de la competencia aportando otro punto de vista y, por último, incluye la interactividad.
En este sentido, existen 3 tipos de marketing social:
- Marketing social interno: El Marketing Social Interno es como cuando un equipo de fútbol se motiva entre sí para ganar, pero en una empresa. Es el arte de inspirar a los empleados a ser los embajadores de la compañía, compartiendo su cultura y valores en redes sociales y la vida cotidiana.
- Marketing social externo: son las campañas publicitarias que llevan a cabo las estrategias que se realizan hacia afuera para dar a conocer los valores y actitudes que promueve la organización. Fomenta la implicación de los distintos actores sociales.
- Marketing interactivo: con este tipo de marketing se busca estimular a las personas para que tomen acciones que generan cambios. El receptor se concibe como un agente activo con capacidad crítica y herramientas para interactuar con la organización y dar su ‘feedback’. El marketing social no descuida al usuario o cliente que asume la causa como propia y lo tiene en cuenta como un agente más de la campaña.
Utilidad del marketing social
En términos generales, éstas son las acciones sociales que una organización puede llevar a cabo al generar una estrategia de esta naturaleza:
- Informar o educar: Consiste en llevar a cabo programas educativos como campañas de salud e higiene, nutrición, educación ecológica, etc.
- Acciones que beneficien a la sociedad: La idea es que el mayor número de personas realice una acción determinada durante cierto período de tiempo. Por ejemplo: una campaña solidaria.
- Cambiar hábitos dañinos: Concientizar para que las personas abandonen algún comportamiento perjudicial. Por ejemplo: campañas contra el consumo excesivo de gaseosas.
- Favorecer a un grupo social vulnerable: Segmentar a la población para que las campañas sean más efectivas en favor de un grupo social específico.
Como vemos, el marketing social puede ser un gran diferencial para tu marca u organización, ya que impacta positivamente en las personas de diversas formas y crea una imagen de responsabilidad social. Atrae un público con valores en común, fomenta la cooperación y crea una diferencia positiva respecto a la organización o empresa que lo lleva a cabo.
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